¿Qué es la lectura activa?

¿Quieres saber qué es la lectura activa?

La lectura activa es una técnica que convierte la lectura en un proceso dinámico y participativo. A diferencia de la lectura pasiva, donde simplemente se leen palabras sin reflexionar, la lectura activa requiere que el lector interactúe con el texto, haciendo preguntas, subrayando ideas importantes y conectando la información con su propia experiencia.

El objetivo de la lectura activa es comprender a fondo lo que se está leyendo, desarrollando una visión crítica y analítica​.

Al realizar una lectura activa, los lectores se convierten en participantes activos del proceso, lo que les ayuda a recordar mejor el contenido y a disfrutar más de la lectura. Esta técnica es especialmente útil para el estudio y la comprensión de textos complejos.

La lectura activa mejora la comprensión porque implica un proceso reflexivo. En lugar de leer mecánicamente, el lector toma decisiones conscientes sobre lo que es importante, realiza conexiones con el mundo real y plantea preguntas sobre lo que no entiende. Estos son algunos de los componentes clave de la lectura activa:

  1. Hacer preguntas: Mientras lees, es útil preguntarte cosas como «¿Qué significa esto?» o «¿Por qué el autor dice esto?«. Estas preguntas te mantienen comprometido con el texto y te ayudan a descubrir ideas más profundas​.
  2. Subrayar o tomar notas: Destacar las ideas principales te permite centrarte en la información más importante y recordar los conceptos clave. Al subrayar o anotar, estás clasificando la información y haciendo un esfuerzo consciente para retenerla​.
  3. Visualización: Crear imágenes mentales es una estrategia que ayuda a mejorar la comprensión. Mientras lees, intenta visualizar las escenas, personajes o conceptos descritos en el texto. Esta técnica te permite conectar lo que lees con imágenes concretas, facilitando la retención de la información​.
  4. Conexión con la vida real: La lectura activa implica relacionar el contenido del texto con experiencias personales o situaciones reales. Esto no solo te ayuda a comprender mejor, sino que también hace que el texto sea más relevante y significativo​.

Para llevar a cabo la estrategia de comprensión de una lectura activa de manera efectiva, es importante seguir una serie de estrategias que te ayudarán a participar activamente en el proceso:

  1. Prelectura: Antes de comenzar a leer en profundidad, haz una lectura rápida para familiarizarte con el tema y la estructura del texto. Fíjate en los títulos, subtítulos, imágenes y palabras clave para obtener una idea general de lo que trata el texto​.
  2. Subrayado inteligente: No subrayes todo el texto. Solo destaca las palabras clave, frases importantes o datos esenciales. Esta técnica te ayudará a mantener el enfoque en lo realmente importante, sin distraerte con detalles secundarios​.
  3. Tomar notas marginales: Escribe breves comentarios o preguntas en los márgenes del texto. Estas notas te permiten interactuar directamente con el contenido, expresar tus dudas o ideas y marcar los puntos que quieras revisar más tarde​.
  4. Hacer resúmenes: Después de leer una sección, intenta resumirla con tus propias palabras. Esto te obligará a procesar la información y comprobar si realmente la has comprendido. Resumir es una excelente forma de afianzar lo aprendido​.

La lectura activa no solo se trata de leer de forma reflexiva, sino también de desarrollar una comprensión lectora y un enfoque analítico. Aquí algunos consejos para mejorar la lectura comprensiva:

  1. Relaciona el texto con lo que ya sabes: Mientras lees, trata de conectar la nueva información con lo que ya conoces. Esto te ayudará a crear un mapa mental y a contextualizar lo que estás leyendo​.
  2. Haz predicciones: Antes de leer una nueva sección, predice lo que crees que sucederá o de qué tratará. Esto te mantendrá atento y te permitirá verificar si tus predicciones fueron correctas a medida que avanzas​.
  3. Haz pausas para reflexionar: No leas todo de un tirón. Tómate pequeños descansos después de cada párrafo o sección para reflexionar sobre lo que has leído. Pregúntate si has comprendido bien la información o si hay algo que te ha dejado dudas​.
  4. Identifica las ideas principales: En todo texto, siempre hay ideas principales y secundarias. Concéntrate en identificar las primeras, ya que son las que te ayudarán a entender el contenido en su totalidad​.

A continuación, algunos ejemplos de cómo aplicar la lectura activa en distintos tipos de textos:

  1. Texto narrativo: Mientras lees una historia, subraya las acciones de los personajes y reflexiona sobre sus motivaciones. Pregúntate por qué un personaje toma ciertas decisiones y si te recuerda a alguien que conozcas. Visualiza las escenas para hacerlas más vívidas en tu mente​.
  2. Texto expositivo: Si estás leyendo un artículo sobre ciencia, subraya los conceptos clave y toma notas sobre cómo se aplican a situaciones del mundo real. Por ejemplo, si el artículo trata sobre el cambio climático, puedes hacer conexiones con noticias actuales sobre fenómenos naturales o debates políticos​.
  3. Texto informativo: Al leer un texto informativo, como un manual o una guía, toma notas sobre los pasos importantes y compara lo que lees con tus conocimientos previos. Si estás leyendo sobre cómo cuidar una planta, pregúntate si has seguido estos pasos antes o si podrías mejorarlos​​.

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