¿Qué es la Coherencia Textual en la Redacción y Cómo Aplicarla en los Textos Escritos?

La coherencia textual es uno de los aspectos más importantes de la redacción.

Imagina que estás leyendo una historia que comienza hablando sobre animales y, de repente, empieza a hablar de coches sin ninguna relación entre ambos temas. Esto sería un ejemplo de incoherencia. La coherencia, en cambio, es lo que permite que todo lo que lees tenga sentido, que las ideas estén relacionadas entre sí y que el texto fluya de manera natural.

Para los niños, entender la coherencia es clave para mejorar sus habilidades de escritura y lectura. Un texto coherente es fácil de entender y sigue una estructura en la que todas las partes están bien conectadas.

La coherencia textual es fundamental porque permite que el lector siga el hilo de las ideas sin perderse. Imagina que te están contando una historia y, de repente, el narrador empieza a hablar de algo que no tiene nada que ver.

Te confundirías, ¿verdad? Pues lo mismo sucede con los textos. Si un escrito no es coherente, el lector se pierde y no puede comprender el mensaje principal.

Además, la coherencia textual hace que un texto sea más agradable de leer. Los lectores disfrutan más cuando las ideas están organizadas y siguen un patrón lógico. Esto es importante en cualquier tipo de escritura, ya sea un cuento, un artículo o una carta.

Para que un texto sea coherente, hay ciertos elementos que deben estar presentes. Aquí te los explicamos de manera sencilla.

Una de las claves de la coherencia es que las ideas deben seguir un orden lógico. Es decir, lo que escribimos debe tener un sentido y una secuencia. No podemos empezar hablando de un tema y luego cambiar a otro sin razón. Por ejemplo, en una historia, los eventos deben contarse en el orden en el que ocurren.

Cada oración dentro de un párrafo debe estar conectada con la idea principal del mismo. Lo mismo sucede con los párrafos dentro de un texto. Debe existir una relación entre las partes, para que el lector entienda cómo se va desarrollando la historia o el argumento.

Los conectores son palabras que ayudan a unir las ideas de manera lógica. Algunos ejemplos son: «además», «sin embargo», «por eso», «en primer lugar», «en resumen». Estas palabras permiten que el lector sepa cuándo se está añadiendo información, cuándo se está haciendo una comparación o cuándo se está concluyendo un tema.

Vamos a ver un ejemplo de un texto coherente:

«A Laura le encantan los animales. Tiene un perro llamado Max y un gato llamado Misi. Todas las mañanas, antes de ir al colegio, les da de comer y juega un rato con ellos. Por las tardes, cuando vuelve, los saca a pasear y juega en el parque.»

En este texto, podemos ver que todas las ideas están relacionadas. Se habla de Laura, sus mascotas y lo que hace con ellas durante el día. Es un texto coherente.

Ahora, veamos un ejemplo de un texto incoherente:

«A Laura le encantan los animales. Tiene un perro llamado Max y un gato llamado Misi. El coche de su padre es azul y grande. Por las tardes, Laura juega con sus amigos en el parque.»

En este texto, la mención del coche del padre no tiene relación con lo que se está contando. Esto rompe la coherencia del texto.

Ahora que ya entiendes qué es la coherencia textual, aquí te damos algunos consejos para aplicarla cuando escribas tus propios textos.

Antes de empezar a escribir, es importante planificar qué vas a decir y en qué orden. Piensa en el tema principal de tu texto y en cómo lo vas a desarrollar. Una buena técnica es hacer un esquema con las ideas principales y luego ir detallándolas.

Cada texto debe tener un tema central. Si vas a escribir sobre tu día en el colegio, asegúrate de que todas las ideas que incluyas estén relacionadas con eso. Si empiezas a hablar de algo que no tiene nada que ver, romperás la coherencia del texto.

Una vez que termines de escribir, es importante revisar tu texto para asegurarte de que todas las ideas están conectadas y tienen sentido. Lee tu texto en voz alta y pregúntate si todo sigue una lógica clara. Si encuentras partes que no encajan, corrígelas.

La coherencia textual es fundamental para que un texto sea comprensible y atractivo. Sin ella, el lector se perderá y no podrá seguir el hilo de lo que queremos decir.

Aplicar la coherencia en la expresión escrita es como construir un puente sólido que une todas nuestras ideas, permitiendo que el lector viaje por ellas sin dificultad. Para conseguirlo, recuerda planificar tu contenido, usar conectores y revisar tu texto antes de darlo por terminado.

Con la práctica, escribir textos coherentes se volverá cada vez más fácil y tus lectores disfrutarán más de tus escritos.

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