Normas sobre cuándo y cómo utilizar los puntos suspensivos

Los puntos suspensivos son tres puntos seguidos que tienen varios usos en el lenguaje escrito. Aunque pueden parecer simples, es importante saber cuándo y cómo utilizarlos correctamente para que nuestro mensaje sea claro y fácil de entender.

Los puntos suspensivos (…) son un signo de puntuación que se usa para indicar que una idea no está completa, o que algo se ha quedado en el aire. Este signo se compone siempre de tres puntos, nunca más ni menos.

Se utilizan mucho en los cuentos, diálogos, y en situaciones donde queremos crear un poco de misterio, duda o emoción. ¿Alguna vez has visto cómo en los cómics o libros dejan una frase sin terminar para mantener la tensión? Pues, ese es uno de los usos más comunes de los puntos suspensivos.

El uso más conocido de los puntos suspensivos es cuando queremos dejar una frase inacabada para que el lector piense en lo que falta. Esto ayuda a crear suspense o emoción.

Ejemplo:

  • El príncipe se acercó al castillo, y de repente… (¡el lector se imagina lo que viene a continuación!).

Los puntos suspensivos también se usan cuando alguien no está seguro de lo que va a decir, o cuando duda. Es común verlo en los diálogos cuando los personajes no saben cómo continuar.

Ejemplo:

  • “No sé si podré ir a la fiesta…”.

Cuando no queremos listar todos los elementos de una lista, o cuando lo que queremos mencionar no es una lista cerrada, los puntos suspensivos son una buena opción.

Ejemplo:

  • En la mochila metí: un cuaderno, un lápiz, una goma…

Aquí dejamos la lista abierta para que el lector entienda que hay más cosas, aunque no las mencionemos.

A veces, podemos usar los puntos suspensivos para hacer que una frase sea más suave o para añadir un toque de ironía. Es como si quisiéramos que el lector adivinara el tono.

Ejemplo:

  • Si hubieras estudiado más… (sugerimos algo sin ser demasiado directos).

Aunque los puntos suspensivos son muy útiles, es importante no abusar de ellos. Si los usamos demasiado, pueden hacer que nuestro texto sea confuso o difícil de leer. Aquí algunos errores comunes:

  • Más de tres puntos: Recuerda que siempre son tres. No más, no menos.

Ejemplo incorrecto: «Estaba pensando en ir a casa….»

  • No usarlos para cortar frases sin razón: Estos puntos deben tener un propósito. No debemos usarlos para cortar una frase sin motivo.

Ejemplo incorrecto: «Voy a comprar pan… luego vuelvo.» (No hay razón para cortar la frase aquí).

  • Suspenso: «El ladrón entró en la casa… pero lo que encontró lo dejó helado.»
  • Duda: «Creo que mañana podré ir a la excursión… aunque no estoy seguro.»
  • Enumeración incompleta: «Mis colores favoritos son el azul, el verde, el rojo…»
  • Suavizar una frase: «Bueno, si no quieres venir conmigo… no pasa nada.»
  1. Úsalos con moderación: No pongas estos puntos en cada frase. Úsalos solo cuando realmente quieras crear un efecto de suspenso, duda o una pausa significativa.
  2. No los mezcles con otros signos de puntuación: Evita usarlos junto con comas o puntos. Los puntos suspensivos ya cumplen su función de pausa.
  3. Mantén la coherencia: Si empiezas a usar puntos suspensivos en una conversación o texto, asegúrate de que tienen sentido y no rompen el flujo de la lectura.

Los puntos suspensivos son una herramienta poderosa en el lenguaje escrito. Si los utilizas correctamente, podrás darle un toque especial a tus historias o conversaciones. ¡Practica y verás cómo tus textos mejoran!

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